jueves, 29 de noviembre de 2012

Nuestros amigos por tierras belgas.

Volvemos para contaros cómo fue nuestro último fin de semana con la visita de Kike, María y nuestros Alejandros. :)
Vamos con un poco de retraso... pero la verdad es que nos da bastante pereza esto del blog! Aunque ahora mismo, que nos pasamos las tardes escribiendo nuestro "training book" (nos queda una semana de prácticas y tenemos mucho trabajo por delante) cualquier cosa nos parece buena para hacer un descansito.

Esto de ponernos con el trabajo de las prácticas viene ahora, apurando a última hora, como siempre suele pasar. Porque la semana pasada nos regalamos unas mini vacaciones en toda regla.

El lunes llegamos de Estocolmo y nos pasamos el día durmiendo. El martes fuimos a las prácticas. Y el miércoles... comenzó nuestra semana de vacaciones.

Tuvimos que ir a la Universidad en Bruselas para hablar sobre el programa Erasmus, nuestra experiencia y Zaragoza, ya que los alumnos de segundo de Terapia Ocupacional tenían unas sesiones informativas. Nos sentimos importantes siendo nosotras las que daban la charla (y encima en inglés!) a los alumnos y no las que escuchaban, como de costumbre. Y más importantes aún cuando nos dijeron que diéramos nuestro número de cuenta, porque podían ingresarnos un dinerillo por esto de impartir una charla... Nuestros ojos se abrieron como platos y por nuestras mentes pasó: ¡de compras por Bruselas!

Al final nada era seguro y tuvimos que contener nuestras ansias por gastar dinero. Entre que aquí todo es más caro que en España y que en nuestras maletas no cabe un gramo de más, tenemos un mono increíble por ir de compras con mamá y comprar algún capricho. (Ya nos estamos imaginando el día 7 de enero saliendo de las tiendas después de casi 4 meses y que no nos quepan bolsas en los brazos...Jajaja)

Terminada la visita a la Hogeschool Universiteit Brussel y pasar el día en Bruselas, volvimos a Lovaina para llenar la nevera de botellas de vodka y comida para recibir a nuestros amigos de la mejor manera posible.
Ir a comprar corriendo y volver cargadas como mulas, limpiar el piso en condiciones, ducharnos, preparar la cena... Y a las 11 todo estaba listo! Una llamada perdida y nuestros amigos estaban en la puerta de casa!

Ya os podéis imaginar los nervios de Eva por ver de nuevo a su amor, parecía que tuviese una primera cita! ;)
El reencuentro fue estupendamente, nos trajeron comida made in Spain y cenamos estupendamente mientras nos poníamos al día de todo. Y mi primera tortilla de patata (Alba), hecha con las indicaciones de la mamá vía skype, estaba riquííííísima.


El jueves madrugamos como campeones y nos fuimos a Gante. Nosotras ya habíamos estado, así que pudimos hacer de guías turísticas. Vimos de nuevo los canales, iglesias, el castillo y descubrimos el puerto de Gante y un par de rincones más que "los pascuales" se perdieron.


Por la noche tocaba fiesta, y de las gordas, que los Jueves en Lovaina no tienen desperdicio. Había una fiesta y habíamos comprado ya las entradas. Así que después de un botellón en casa recordando anécdotas y echándonos unas risas en confianza, nos pasamos por unos cuantos bares, bebimos cervezas belgas, gold strikes, jaggers y acabamos recenando en el frituur.

El sábado por la mañana nos lo pasamos durmiendo, era de esperar. A lo que salíamos de casa eran las 4 y pico de la tarde. Y claro, Bélgica, invierno, frío... a las 5 era de noche y el jardín botánico estaba cerrado. Llovía y nuestros planes de enseñarles nuestra preciosa Lovaina empezaron a fallar. Fuimos al Beaterio y fue una pena no poder apreciarlo bien, porque casi no había luz. Pero se imaginaron lo bonito que es... ;)
Para terminar con  buen sabor de boca la tarde los llevamos a Grote Markt, donde alucinaron con el ayuntamiento.


El plan para el viernes noche era tomar un par de cervezas y irnos a casa pronto, para madrugar el sábado e ir a Bruselas. Pero la cosa se alargó hasta las 4 y el sábado acabamos amaneciendo más tarde de lo previsto.


Aún así, nos pusimos en marcha y llegamos al Atomium por la mañana, comimos algo rápido, y pasamos todo el día en Bruselas viendo un montón de cosas para terminar en el Delirium (un conocido bar del centro donde sirven muchas cervezas belgas).


La última noche erasmus de las visitas también se alargó hasta altas horas, a pesar de algún que otro fallo técnico!

Y el domingo nos queríamos morir cuando a las 8 de la mañana empezaron a sonar despertadores y sólo habíamos dormido un par de horas... No quedaba otro remedio, despertarse o perder el vuelo. Y tocó despertarse, aunque casi pierden el vuelo igualmente!!
Por supuesto nosotras volvimos a la cama después de dejarlos en la estación y recuperamos horas de sueño. Al despertarnos nuestra casa era una pocilga y tuvimos que hacer de cleaning ladies una vez más.

Pero había merecido la pena, pasamos un finde lleno de risas, anécdotas y buenos momentos en buena compañía, aunque también echamos de menos a alguna que otra que se quedó en Zaragoza..!








lunes, 26 de noviembre de 2012

Estocolmo

Tras la visita de la familia Sánchez, el lunes 5 empezamos nuestras segundas prácticas.
Intercambiamos nuestros hospitales; la que había estado en neurología ahora iba a psiquiatría y al revés.
La semana empezó bien, adaptándonos a los nuevos cambios y disfrutando de la nueva experiencia.
Otro día contaremos nuestras prácticas más detalladamente.

El viernes 16 de Noviembre madrugamos para coger nuestro vuelo a Estocolmo, la aventura ya empezaba a las 6 de la mañana cuando tuvimos que correr porque casi perdemos el tren y pedirle por favor al revisor que esperara porque faltaba el resto de amigas.


Llegamos a Estocolmo y nos dirigimos en busca de nuestro hostel, como siempre pasa, por internet todo es más bonito. Pero no podíamos quejarnos que teníamos lo básico y necesario.
Tras acomodarnos fuimos a dar una vuelta por la ciudad y sacamos nuestros bocadillos como de costumbre, para tener asegurada la comida del día (damos gracias a nuestras madres por enseñarnos esta tradición tan útil), nuestras amigas no comieron prácticamente nada ese día.
Pronto empezamos a notar el clima gélido de los países nórdicos y a darnos cuenta de que estos países del norte son muy bonitos y tienen mucha calidad de vida, pero esto de que anochezca a las 15:30 de la tarde no puede ser bueno. Así que en estos momentos es cuando valoramos lo bien que vivimos en España.




La primera vista a la ciudad nos encantó y pronto volvimos al albergue que de noche y con frío no se disfrutaba igual. En el albergue teníamos que compartir las zonas comunes con unos hombres un tanto extraños, pero no tuvimos ningún problema, nosotras nos hicimos con la cocina como si estuviésemos en nuestra propia casa.
Veníamos avisadas de que en Estocolmo había que salir de punta en blanco, así que nos pusimos nuestras mejores galas y pasamos la noche en una de las discotecas más famosas de la ciudad. Pero no faltaron las anécdotas...antes de esto, fuimos todas a cenar a la cocina común, pero fuimos muy listas y solo cogimos una de las 6 llaves que teníamos, con tan mala suerte de que era la defectuosa. Eran las 10 de la noche y no podíamos entrar en la habitación, nuestra noche de fiesta nos esperaba y estábamos tiradas en el suelo del albergue. Llamamos al jefe y nos dijo que no podía abrirnos porque estaba muuuy lejos, su primer consejo fue: sleep in the sofa!! nuestra respuesta ya os la imaginaréis porque acabamos durmiendo en nuestras acogedoras camas.


Al días siguiente fue un tanto difícil despertarnos a la hora pero teníamos muchas cosas que ver y el esfuerzo mereció la pena. Estocolmo nos pareció precioso. Intentamos madrugar algo para poder ver la ciudad de día así que recorrimos las calles de la capital sueca, haciendo mil fotos de los paisajes invernales y disfrutando de las vistas al mar, los puentes que cruzan a las diferentes islas, el Palacio Real, la parte antigua de la ciudad, el ayuntamiento donde se celebra el banquete del premio Nobel, el ascensor de Katarina, que ofrece una preciosa vista de la ciudad, la ópera, el callejón más famoso de tan solo 90 cm de ancho...y decenas de escaparates con los que se nos caía la baba.

No faltaron los cafés después de las pateadas por la ciudad. Esa noche la pasamos en el albergue con nuestras amigas las cervezas y unas cuantas risas y al día siguiente de nuevo a seguir visitando más cosas, entre ellas el Skansen, el museo al aire libre más viejo del mundo.


Nuestra estancia en Estocolmo acababa ese día, pero nuestras aventuras continuaban, el vuelo salía a las 6 de la mañana, por lo que teníamos que coger el último bus que salía a las 20:30 y pasar la noche en el aeropuerto, no sin antes tener que llamar a la policía de la estación porque la taquilla donde habíamos dejado las maletas estaba bloqueada y no podíamos sacar nuestras preciosas maletas. Era el último bus que salía al aeropuerto y por nuestro bien no podíamos perderlo, pero solo fue un rato de tensión y en el último minuto la policía abrió nuestra taquilla y pudimos salir corriendo a por el bus.

Nueve horas pasamos en el frío suelo del aeropuerto, pero hay que decir que nos reímos bastante porque nueve horas nos dieron para mucho. Y ahí terminó nuestra aventura sueca.







sábado, 10 de noviembre de 2012

Family visit

Hace ya unos días que teníamos olvidado esto, así que ya tocaba actualizar para contar la semana de fiesta con visita familiar incluida. Nuestro primer periodo de prácticas habían acabado y teníamos una semana de fiesta, por lo que la familia Sánchez aprovechó que era puente y vinieron a visitarnos.

La verdad es que no nos podemos quejar, Pascu, Lola y Elena nos cuidaron como reinas a cambio de unas guías turísticas un tanto peculiares.

Llegaron un lunes por la noche, teníamos que estar esperándoles en la puerta del hotel, pero el mensaje de que estaban llegando no lo recibimos, así que fueron ellos lo que nos esperaron.
Ya habíamos avisado a Elena  de que en cuanto llegara visitaríamos Lovaina de noche. Y la noche no defraudó, con recena en el frituur incluida.

LUGARES VISITADOS

  • Brujas
El martes por la mañana visitamos Brujas. Montamos en barquita, vimos la ciudad y comimos muchos chocolates. Aquí Pascual empezó su extensa colección de fotos y sus pérdidas por la ciudad buscando cualquier rincón para fotografiar. Nosotras habíamos sacado información de la ciudad y los monumentos, pero se nos olvidó aprendernos qué información correspondía con cada monumento, por lo que tuvimos que      
ir descubriendo qué era lo que veíamos a pesar de que nosotras ya habíamos estado.
Por la noche volvimos a Lovaina y cenamos en un restaurante del centro. 


  • Gante
Nuestro engorde continuó en Gante. Visitamos lo más importante de la ciudad y paseamos con nuestros gofres. Pascual  La ciudad nos encantó.

 
















Mitad de la gente que visita Bélgica cree que Brujas es más bonita que Gante y la otra mitad opina lo contrario, pero parece ser que a nuestra familia le gustó más Gante. Es una ciudad más grande y con más vida que Brujas, pero desde luego poca diferencia hay entre el encanto de Brujas y Gante.



Por la noche tuvimos tipical spanish dinner en nuestra casa. Nos habían traído jamón serrano y croquetas y con una tortilla española completamos la cena, acompañada de cervezas belgas. 
Esa noche había fiesta de Halloween así que tocaba salir de nuevo.

  • Bruselas
Como la noche anterior habíamos salido, Alba decidió quedarse durmiendo, ya que Bruselas la tenía muy vista (o eso creía).
Llegamos en tren a la estación del Norte que era la más cercana al Atomium, pero nosotras la vez anterior habíamos ido en autobús por lo que el recorrido esta vez era distinto y eso no lo llevábamos preparado. Rezábamos por habernos subido en el metro adecuado.


Una vez visto el atomium volvimos al centro con mapa en mano y visitamos lo más importante. Tuvimos un problemilla con los monumentos. Nosotras ya habíamos estado allí así que fuimos a ver el Parlamento (o eso creíamos) pero gracias a que nuestros padres controlan más estos temas, se dieron cuenta de que la dirección no correspondía con lo que estábamos viendo. (Sí, habíamos estado varias veces en Bruselas viendo lo mismo y no, no era el parlamento. Lo peor de todo es que a nuestra amiga Andrea la llevamos a visitar Bruselas y también la llevamos a ver el "Parlamento"). 
Así que tras darnos cuenta del error, fuimos en busca del Parlamento y el Palacio Real (lo que nosotras creíamos que era el Parlamento, era en realidad un lateral del Palacio Real, por lo que tampoco habíamos visto el Palacio Real en su totalidad).

Volvimos a Lovaina y fuimos a uno de nuestros bares favoritos donde puedes encontrar más de 50 tipos diferentes de cerveza belga. Nuestros padres disfrutaron como niños. Lola estaba feliz de ver tanta cerveza junta (desde el cariño).

  • Lovaina
Nuestra bonita ciudad ya les estaba encantando con sólo pasear por el centro y del hotel a la estación, pero todavía quedaban cosas por ver. 
El viernes por la mañana amanecimos temprano para pasar la mañana en Leuven. 
Fuimos al Beaterio Mayor, un lugar lleno de verde y casas antiguas, donde hay una iglesia y casas donde viven estudiantes y profesores de la universidad. 
Después visitamos el Jardín Botánico, donde Pascual continuó con sus dos mil fotos del paisaje otoñal. 
Para terminar, la foto de rigor en Grote Markt, con el espectacular ayuntamiento de fondo.

Y la visita familiar estaba a punto de finalizar... Así que un bocata rápido para no llegar tarde a la estación!



Despedida...


ANÉCDOTAS

-Frase mítica: Dos de water! (by Lola).
-No, no! Nosotros en Ibis Centrum Hotel, no aquí (eso intentaba decir Lola cuando nuestra casera salió corriendo al verles subir con la maleta hacia nuestra habitación y les hablaba en inglés).
-Recorrer las ciudades para que Pascual pudiese ir al baño (en toda y cada una de las ciudades que visitamos).
-Resbalón de Pascual en el restaurante de Brujas (como era de esperar, iba haciendo bodegones y no vio el desnivel del suelo).
-El perfecto inglés que extrañamente hablaba Elena cuando salía por la noche.
-Los besos que Pascual lanzaba al aire dando gracias por todas las maravillosas cosas que su cámara podía fotografiar en Gante (creemos que la confusión con tanto cambio entre el inglés y el español le hizo recurrir al lenguaje de signos).
-Los "shut up" y "be quiet" de Alba cuando los chicos se ponían más pesados de la cuenta y todas llevábamos dos copas de más.

Después de esta semana tan intensa tocaba descansar, pero también salir de fiesta, está claro. No hemos venido para quedarnos en casa!
Así que el sábado salimos de nuevo. 

Y el lunes comenzamos primera semana del segundo turno de prácticas! 
Todo va viento en popa por el momento, pero ya contaremos detalles en otro momento, que es sábado y nos están esperando para comenzar la fiesta! :)

Gracias a la familia Sánchez, "los pascuales" por tratarnos tan bien, darnos de comer como dios manda y hacernos reir estos días!
Y muchos besos también a "los roques", que aunque no pudieran venir, nos acordamos mucho de ellos! (y vuestra hija os echa de menos)

From Leuven, with Love :)

viernes, 2 de noviembre de 2012

Amsterdam

No teníamos nada pensado para el finde pasado, hasta que Andrea, que vive en Amsterdam, nos dijo que tenía la casa libre (una pedazo de casa en la que está de "Au pair").

El finde no pintaba demasiado bien porque algunas de nuestras amigas estaban de viajecillo por Budapest. Sin embargo, la cosa se animó el viernes con los preparativos de nuestro finde en Amsterdam y una tarde lluviosa de viernes con risas y buena compañía.
Fuimos a Pangaea, la asociación de estudiantes de la KU Leuven (la universidad de Lovaina). Esta asociación organiza viajes, fiestas, eventos... y además tiene un bar donde pasar las tardes con estudiantes de todo el mundo. Pagando 5 euros te dan una tarjeta para todo el año, con la que tienes descuentos en los viajes, cervezas en las fiestas, etc y café gratis en el bar de Pangaea siempre que quieras. Ya sabemos dónde vamos a pasar las tardes de invierno con un buen café calentito. (La palabra GRATIS nos vuelve locas! con tanta suerte de que en dutch se escribe igual). Por la noche, nos pusimos las botas en la resi, con unas fajitas riquísimas y unas cuantas cervezas. Sin pasarse, que al día siguiente había que madrugar.

Lo del viaje a Amsterdam no nos lo pensamos dos veces, miramos los trenes y el sábado al punto de la mañana nos plantamos en la estación de Lovaina con nuestras maletas, destino Holanda.


Unos amigos nos habían contado que podíamos ir a un "free tour" por Amsterdam, con el que podríamos conocer mejor la ciudad. Esta empresa se encarga de hacer tours por diferentes ciudades de manera más barata que lo habitual. Ellos no ponen un precio fijo, sino que son los turistas los que valoramos su trabajo al final del tour. Tú te plantas en el sitio concretado y ellos hacen diferentes grupos, teniendo en cuenta el idioma.


Nosotras lo teníamos claro, a la 1 y 15 de la tarde, en el monumento nacional. Y bueno, quien dice 1:15 dice 1:30 para nosotras...
Entre que el tren iba con retraso y que tuvimos que parar a comprar algo de comer, hicimos un poco tarde.
Aparecimos en la plaza indicada, con nuestras bolsitas del sandwich y las maletas en la mano. Allí claramente vimos varios grupos dispuestos a hacer el tour.


Nuestra sorpresa fue cuando al acercarnos a uno de los grupos, la guía nos gritó: -¡Pero chicaaaaaaaaaaaas! ¿Dónde vais con las maletaaaaas? Que el tour son 3 horas y media andandoooooo!. Esto habría sido una simple gracia si todos los que estaban allí hubiesen sido guiris, pero no! Media Lovaina estaba en el grupito y nuestras caras enrojecían cuando todos se giraban para ver quienes eran semejantes espabiladas. Qué suerte la nuestra... Haciendo la gracia nada más llegar, y teniendo que contar nuestra vida a la gente conocida (si... hemos quedado con una amiga, no teníamos donde dejar las maletas, bla bla...)
En definitiva, después de semejante vergüenza, decidimos abanadonar la misión y dejar el tour para el domingo.
Comimos al sol acompañadas de nuestras maletas, y con el estómago lleno y todo planeado para quedar con Andrea por la tarde, volvimos a la estación para dejar nuestras maletas en las taquillas.

Ahí sí que empezó verdaderamente nuestro finde por Amsterdam, con un café en una mano y la cámara de fotos en la otra.
Amsterdam nos enamoró a primera vista! Nos encantaron sus canales, las calles, las casas, el mercado de las flores, todo el ambiente en general. :)


Nos pasamos todo el día pateando y haciendo mil fotos, hasta que el frío pudo con nosotras y decidimos ir a Harlem, una pequeña ciudad al lado de Amsterdam, donde vive nuestra amiga.
Allí nos estaba esperando junto con un amigo para ir a cenar. Y sí, la cena estuvo muy bien, pizza y un vino con el que nos emocionamos demasiado pidiendo dos botellas, porque el precio de la cena no nos gustó tanto, clavazo!!
No sabemos muy bien si fue el vino o es que no tenemos demasiada experiencia con esto de las bicis... Pero cuando salimos del restaurante y fuimos a coger nuestras bicis para volver a casa, dos en cada bici, tuvimos un pequeño problemilla. Aquí las mendas, montadas en una bici estupenda, no hicimos más que subirnos, darle a los pedales y dirigirnos como si como si no hubiera final al primer escaparate a la vista. Gritábamos y nos moríamos de la risa, pero es que la bici, ¡¡no tenía frenos!! y PUM! Contra el escaparate, como era de esperar. Empezamos a gritar que la bici no tenía frenos, que alguien los había robado, Andrea nos llamaba borrachas tan alegremente y el chico holandés simplemente flipaba.
Al ver todas las bicis, vimos que muchas no tenían frenos, y seguíamos con la copla de ¡nos han robao los frenos!
Andrea, toda indignada, sufría porque la bici no era suya, sino de uno de los hijos de la familia. Estábamos tan anonadadas con el robo que ni siquiera miramos al chico holandés, que trataba de decirnos algo. Él, que debe estar más acostumbrado a este tipo de bicis, debía de pensar que estábamos locas, porque tan tranquilo nos mostró cómo se frenaban estas bicis "sin frenos",  y es que tienen un  mecanismo con el que puedes frenar con los pedales.
Nuestras caras eran un poema, éramos las más paletas del lugar.
Así que dejamos al holandés con su bici-freno-pedal y nosotras cogimos la normalita, la de toda la vida, que es lo que nos va.

Una vez en casa, sanos y salvos, Andrea nos dio un mini concierto a la guitarra y unas canciones tipical spanish para amenizar la velada. Y después a dormir, que el domingo sí que sí, había que ir al tour!

El domingo desayunamos al más puro estilo belga. Tostadas, speculoos, café, pan... y vuelta a Amsterdam!

Esta vez sí, llegamos al tour y comenzamos la visita por la ciudad, con un grupo de españoles y sudamericanos.
Gracias a la guía, una chica española muy simpática, conocimos muchas cosas curiosas y nos quedamos encantadas con todo lo que podemos encontrar en Amsterdam!

IAMsterdam ♥